martes, 14 de abril de 2009

Los derechos de la comunidad LGTB

Por: Kareline Díaz Negrón

Los derechos de la comunidad LGTB (lesbiana, gay, transgénero y bisexual) en Puerto Rico deben ser promovidos ampliamente para lograr una aceptación por parte de la comunidad heteronormativa puertorriqueña.

La presentación de la Resolución Concurrente 99 ante la Cámara del Senado y las múltiples manifestaciones a favor del proyecto ha sido el móvil principal para que distintos grupos y autoridades intelectuales se expresen en contra de la tan debatida y popularmente llamada “Resolución 99”

La Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en Rio Piedras fue el escenario para la ponencia “Destorciendo el derecho: análisis del concepto jurídico de la Familia”. Entre los ponentes se encontraba el profesor y abogado Aníbal Rosario Lebrón, la abogada feminista, Ana Rivera Lassen y el profesor y psicólogo José Toro Alfonso.

La conferencia, dictada a comienzos del mes de abril, tenía como propósito responder a preguntas sobre el concepto de familia. ¿Cómo define el derecho puertorriqueño el concepto de familia? ¿Es la familia un modelo único?

Los conferenciantes dieron énfasis en la necesidad de promover los derechos de la comunidad LGTB en Puerto Rico, tras la presentación de la Resolución 99 y las expresiones del presidente de la Cámara del Senado, Tomas Rivera Schatz, cuando llamó a las familias no heteronormativas “los torcidos”.

Aníbal Rosario, abogado de práctica privada; Ana Rivera Lasson, abogada y activista a favor de los derechos civiles y el profesor y psicólogo clínico, José Toro se expresaron con relación a la definición que se le ha adjudicado al concepto de familia en las leyes cubiertas por la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico desde 1952.

Para el licenciado Aníbal Rosario, “el estado es el que decide si una familia es derecha o es torcida”. “El estado liberal está estableciendo quienes son las familias normales y cuáles son las familias marginadas con las leyes, con las políticas, las campañas públicas, los libros de texto para las escuelas…” Puntualizó la necesidad de que el “estado liberal” cumpla con las prerrogativas del ciudadano común, que es un cumplimiento del derecho y que no invada la esfera privada del sujeto.

Añadió que “las leyes y el derecho reconocen qué familia es torcida o cual no lo es, pero deja afuera las complejidades de las identidades y las otredades”. “Las familias torcidas no son otra cosa que producto de ideas religiosas”.

Para la licenciada Ana Rivera Lassen, es necesario y urgente “un código de familia y no un código civil”. Para la líder de derechos civiles, se necesita analizar el concepto de familia, para volverlo más incluyente. La licenciada Rivera Lassen es consciente de la mentalidad generalizada de que el matrimonio no es un contrato social y que el matrimonio es igual a familia.

Frente a esta realidad social, Rivera Lassen expresó que “debemos tener la capacidad de ver la necesidad del cambio en la ley”. Para la abogada, es necesaria la desarticulación del sistema patriarcal en el sistema de derecho y la laicidad del estado en Puerto Rico.

Para el profesor universitario y psicólogo, José Toro Alfonso, todos el discrimen y la desigualdad surge por la presencia del pensamiento de que una “familia tradicional es la forma apropiada para crear roles”.

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